jueves, 7 de marzo de 2013

Robert Sternberg

stenberg.JPGEl psicólogo estadounidense y docente de la Universidad de Yale en Connecticut, Robert J. Sternberg, publicó en 1985 un artículo donde expone su Teoría triárquica de la inteligencia. En su estudio de la inteligencia humana estableció una clasificación en tres niveles para caracterizar los distintos tipos de inteligencia de los individuos.
Aunque una inteligencia no es excluyente de la otra, por lo general se da que los individuos tienen a desarrollar más una que las otras dos. Lo ideal sería integrar los tres tipos, de hecho hay algunas personas que poseen niveles altos de cada una de ellas.

Inteligencia componencial-analítica

La inteligencia componencial, es a grandes rasgos la capacidad para adquirir y almacenar información. Sternberg identifica tres componentes primordiales en esta inteligencia: los metacomponentes, los componentes de rendimiento y los componentes de adquisición de conocimiento.
Los metacomponentes son aquellos que le permiten al individuo resolver problemas y tomar decisiones. Los que indican a nuestra mente cómo actuar y utilizan la mayor parte de capacidad de gestión del cerebro humano.
Los componentes que van a recibir estas directivas y a actuar en base a ellas son los componentes de rendimiento. Estos son los procesos que nos permiten por ejemplo, percibir problemas en la memoria a largo plazo, relacionar términos y conceptos, y crear nuevas relaciones.
Por último, los componentes de adquisición de conocimiento son los mecanismos que utilizamos para obtener nueva información. Van a escoger selectivamente la información relevante y a descartar el resto. También se utilizan para combinar varios bloques de información. Las personas más dotadas son las que hacen un uso rápido y efectivo de estos componentes.
Según Sternberg, la inteligencia componencial está asociada a la capacidad analítica. Con esta capacidad, el individuo es capaz de separar los problemas en partes más pequeñas y encontrar soluciones que no eran evidentes.
Los tests y evaluaciones de inteligencia comúnmente se aplican a este tipo de inteligencia componencial-analítica, dejando de lado otras áreas importantes como la creatividad. En general, las personas que tienen un gran desarrollo de su inteligencia componencial-analítica no son tan buenas creando ideas nuevas.

Inteligencia experiencial-creativa

Se trata de la habilidad que tiene el individuo para seleccionar, codificar, combinar y comparar la información recibida a través de la experiencia. Sternberg divide a la experiencia en dos ramas: la novedad y la automatización.
Las personas que tiene un buen desarrollo de su inteligencia experiencial son aptas para el manejo de situaciones novedosas, pueden hallar soluciones que la mayoría de las personas no percibirían. En cambio, un proceso automatizado es aquel que por repetición puede efectuarse con poco o nada de razonamiento adicional y ser ejecutado en paralelo con otras tareas.
La capacidad relacionada con este tipo de inteligencia es la sintética, que aporta creatividad, intuición y el gusto por el estudio de las artes. Esta capacidad es especialmente útil para la creación ideas y resolver problemas nuevos.

Inteligencia contextual-práctica

En términos generales, cuando Sternberg habla de inteligencia contextual-práctica, se refiere a la conducta adaptativa con el entorno. En esta inteligencia, el autor encuentra que intervienen tres procesos fundamentales: adaptación, conformado y selección.
La adaptación se da a varios niveles y ocurre cuando uno hace un cambio en sí mismo para estar acorde con su entorno. El ejemplo más clásico son las adaptaciones a los cambios de temperatura, la gente normalmente usa ropa más abrigada cuando hace más frío.
En la conformación sucede lo contrario, el individuo cambia el ambiente para que éste se ajuste mejor a sus necesidades. El proceso de selección ocurre cuando entramos a un ambiente nuevo para sustituir al anterior que resultaba insatisfactorio. El caso más típico de este proceso son las migraciones voluntarias hacia otros países.
La inteligencia del individuo se puede medir según cómo se ajusta al ambiente, y  cuanto mayor sea este grado de adaptabilidad, mayor desarrollará su capacidad práctica. La práctica es el proceso por el cual el individuo aplica sus habilidades sintéticas y analíticas para manejarse en su entorno cotidiano.

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