El neurólogo portugués Egar Moniz había intentado tratar los transtornos de tipo psicótico, acompañados de obsesiones y delirios, por medio de una operación quirúrgica que seccionaba distintas fibras nerviosas que conectan el lóbulo frontal con el resto del cerebro. La lobotomía era un proyecto quirurgico que basicamente quitaba o destruía parte de la corteza frontal del cerebro para desconectar el tálamo del frente del cerebro. La técnica surgía de la hipótesis que presuponía que las ideas delirantes y sus pensamientos recurrentes dominaban el resto de procesos psicológicos. En su parecer, este tipo de cogniciones repetitivas debían tener como base cerebral unos circuitos neurales cuya destrucción eliminaría dichos síntomas. En esos años, la ciencia desconocía en gran medida, la función de los lóbulos frontales pero se suponía que pudieran estar implicados en el funcionamiento de la inteligencia o la misma esencia de la personalidad. Por la misma época, se desarrollará una nueva variante del procedimiento (Fiamberti, 1936) la leuconomía transorbital con la que se evitaba la necesidad de practicar una craneotomía (abertura del cráneo para proceder al cerebro) Era una operación "a ciegas" en el aspecto en que el cirujano no sabía con certeza si había cortado los nervios o no. Una instrumento llamado leucorno (aguja hueca con estilete de cuyo extremo surgía un asa cortante) se insertaba en hueco del ojo, entre el párpado superior y el ojo.Cuando el médico pensaba que ya estaba en el lugar correcto, golpeaba el extremo del instrumento con un martillo.
LA ERA del DOCTOR FREEMAN

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